el cartero siempre llama dos veces

querida extraña.

yo te miro con ojos verdaderos. como quien mira un cuadro y lo entiendo todo. desde la primera hasta la última pincelada.

y reconozco en cada acto la finalidad de las intenciones.

no somos nadie. permanecemos sentadas. inmóviles. a la espera de algún camino diferente.
tú aún no lo sabes. pero algún día te enamorarás de mí. y yo lo sabré tarde. perdida entre cartas pasadas y recuerdos. entre tangos que hablen del desamor. de las nostalgias. de los sufrimientos de dos personas que jamás se llegaron a conocer por dentro.

y cuando llegue el olvido. cuando de tanto doler ya no duela más. te conformarás con un cuerpo cualquiera. con una mente cualquiera. con un beso vacío. o muchos. o demasiados. y en ese momento sabrás lo que habría dado yo por guardarte entre mis pasos.

querida extraña. yo sabré encontrarte cuando ya no busques.

mucho más allá del tiempo.